miércoles, 26 de septiembre de 2012

LECTURA Y ANÁLISIS DEL LIBRO: "EN LOS ZAPATOS DE LA PULGA"



ANÁLISIS DEL LIBRO
“ENLOS ZAPATOS DE LA PULGA”
Este libro de Martha Paz, patrocinado por el Centro para Programas de comunicación, es un testimonio de mucho valor sobre una experiencia que marcó un hito en la historia del periodismo boliviano. Ella fue la instauración de la autorregulación empresarial mediante la Defensoría del Lector por el Grupo de Prensa Líder compuesto por ocho de los principales diarios del país.
Podemos partir en cuestionarnos ¿será que la Ley de Imprenta ya caduco?
En la ciudad de Santa Cruz; un graduado de la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA)OsmanPatzzi propuso que haya una Defensoría del Lector.
Esta propuesta fue apoyada por el consorcio de empresas periodísticas (El Deber, Santa Cruz, La Prensa, de La Paz, Los tiempos, de Cochabamba, Correo del Sur, de Sucre, Nuevo Sur, de Tarija, El Potosí, de Potosí, El Norte, de Montero y El Alteño, de El Alto) hayan tomado voluntariamente la iniciativa de considerar más y mejor a los lectores de sus periódicos a través de lo que se conoce como autorregulación periodística y así, mejorar sus productos y aumentar su credibilidad.
Por otro lado podemos recordar que el 7 de diciembre de 1826 se aprobó la ley sobre la libertad de imprenta, sus abusos y penas, que regulaba la actividad de la prensa estableciendo prohibiciones tales como atacar la Constitución Política del Estado, propiciando su desacato; no publicar artículos contra la moral y decencia públicas; y no inmiscuirse en la vida privada de  las personas cometiendo delito de injuria.
Con la ley que ya fue aprobada podemos indicar que  la Defensoría del Lector es un ente que practica esta normativa, bien pueda tener otro nombre, la iniciativa es buena.
Como partíamos indicando si la Ley de Imprenta ya habría caducado la preocupación de algunos empresarios por autorregularse pensaríamos en estructurar que es una iniciativa para aumentar su credibilidad.
Sería bueno incluir al proyecto de la Ley de Comunicación para Bolivia, puntos imprescindibles del “Estatuto del Defensor del Lector”:
PRINCIPIOS DE AUTORREGULACIÓN
Necesidad de autorregulación:
El Deber reconoce la necesidad de autorregulación para perfeccionar su desempeño bajo un esquema de interacción medios-comunidad.
Defensoría del Lector.
El mecanismo más conocido para efectuar la autorregulación es la Defensoría del lector, que ya existe desde hace algunos años en ciertos países de Europa.
Perfil del Defensor.
El Defensor del Lector es una persona a quien se le reconoce alta profesionalidad moralidad y pluralidad.
Funciones.
El Defensor del Lector ayuda al diario a atender y responder las quejas del público.
Derecho a réplica.
Cuando El Deber se equivoque, debe reconocerlo y proceder a hacer rectificaciones, correcciones y aclaraciones precisas.
Procedimientos de trabajo:
-     El trabajo
Como periodistas, en este caso los que cubren el área de prensa escrita tienen que seguir los códigos de ética por los cuales haya una concordancia con el lector y el redactor.
Es muy importante que si se implanta una nueva ley de comunicación exista artículos que indiquen el buen manejo de la información para que no vaya en contra los derechos humanos del lector no solo el cuidado es con los protagonistas de la noticia.
-   Independencia.
La relación entre los periodistas y el Defensor del Lector es la misma que se podría establecer entre un redactor y un lector.
Podemos aportar en el punto de la Independencia, El Defensor del Lector no tendría que estar administrado ni por el Gobierno, ONG. Tendría que haber una verdadera indecencia como el “Órgano Electoral Plurinacional”
-   Honorarios y horarios de trabajo.
El Defensor del Lector no forma parte de la planta de trabajadores de El Deber. Por tanto, no recibe sueldo sino honorarios, según contrato civil.
Podemos aportar en el punto de Honorarios y horarios de trabajo, quien tendría que pagar el sueldo al Defensor del Lector, tendría que ser el Estado. Como lo hace con el Defensor del Pueblo.
Con la nueva Ley de Comunicación tendría que haber un capítulo entero. En el cual se trabaje un Código de Ética y de una declaración de principios.
Es raro pero es así. Los comunicadores comunicamos las cosas de los otros, pero no las nuestras. Parece que nos gusta hablar de los demás, mas no de nosotros.

¿Por qué La Pulga? Porque queremos 'picar'. 'Picar' para sentir cosquillas y alegrarnos de las cosas que hacemos bien. Y 'picar' para sacudirnos de lo que no hacemos tan bien.


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